Tótem
El eplorador cayó extenuado en unos
lodazales de la selva amazónica. El sol y la lluvia le trabajaron la
piel hasta dejársela como cuero. Los bichos hicieron el resto.
Nadie le había girado el cuerpo, hasta
que llegaron los kawahiwa. Encontraron los diecisiete euros, que
tenía en el bolsillo trasero del pantalón. Las piezas, recien
acuñadas, brillaban como
estrellas.
Unas fotos tomadas desde un helicóptero
meses más tarde, mostraban a unos indios, que, según el periódico,
nunca habían tenido contacto con el hombre blanco. Adoraban unas
monedas, depositadas encima de una presa aún palpitante. Acaso
confundidas con pequeños
soles.
En el compendio: Europa en cien palabras
Mei:
ResponderEliminar1. Creo que es la primera vez que entro a tu blog. Me gustó la historia, ya había leído varias acerca de los 17 euros, pero esta tiene un algo especial, puede que sea porque me toca más de cerca. No soy del amazonas, pero parte de ese pulmón verde pertenece a mi país: Brasil.
Está muy bien lograda.
2. Estoy convencido de que este espacio debería ser más visitado, pero creo que haces bastante para mantener un perfil bajo. Tal vez no quieras que sea un blog muy visitado.
3. Me sorprendió ver, entre tu lista de blogs, el link del mío. Lo cual agradezco mucho y abona mi idea de que pasas desapercibida, pues nunca leí un comentario tuyo, si no, habría venido aquí hace rato a agradecerte.
Sea como fuere, me alegro de haber venido.
Te sigo.
HD
me gusta tu blog, y la historia de las monedas, me ha parecido muy interesante, yo al contrario de Humberto Dib, es la primera que leo.
ResponderEliminarMe parece una buena metáfora, sobre como nacen los Dioses.
Cuando quieras te puedes pasar por mis blogs, uno es de poesías y el otro de comentarios.
Yo con tu permiso te sigo desde ahora, lo que sucede es que ahora dispongo de poco tiempo, pero me pasaré de vez en cuando.
Besos.