La moda de la Selva Negra

30.12.12

La lectura no siempre te deja chafado en el sofá. Os deseo un 2013 lleno de buenos libros y mejores creaciones.

16.12.12

               A  cero


Joe apunta a Bob. Bob dispara a la pata de una mesa. La bala rebota hiriendo a Lee. Es la excusa perfecta para iniciar el tiroteo. Mueren todos y el dinero por el que se peleaban acabará siendo pasto de las ratas.




Texto con el que quedé finalista en el Concurso de relatos brevísimos Mandarín 

12.12.12


10 microapuntes sobre micronarrativa


1. No es lo mismo lo breve que lo corto: lo breve calla a tiempo, lo corto antes de tiempo. 

2. La vocación de todo microcuento es crecer sin ser visto. 

3. Lo más raro del microcuento no es su minúscula extensión, sino su radical estructura. 

4. Puntuarlo con bisturí. 

5. Un microcuento empieza entre comillas y termina en puntos suspensivos. 

6. Los verbos vuelan, los sustantivos corren, los adjetivos pesan. 

7. La tentación del chiste es la termita del microcuento. 

8. Los personajes del microcuento caminan de perfil. 

9. El microcuento necesita lectores valientes, es decir, que soporten lo incompleto.

10. 
Cuanto más breve parezca, más lento se lee.

Apuntes sobre el microrrelato de Andrés Neuman

19.11.12


Círculo vicioso
Sube a la noria armado de su cornete de vainilla y la cámara digital, el regalo de cumpleaños de Elisa. Arrellanado en el banquillo de madera, se prepara para la ascensión. Espera las arcadas que le sobrevienen siempre que sube a las alturas. Una náusea que creer poder superar pensando en su condición de hombre de pelo en pecho. Es un truco que rara vez funciona y esta vez no va a ser menos. Vomita. Cierra los ojos y se revuelve en el asiento hasta que se le pasa. Abre los ojos y ante sí descubre unos barrotes de alambre duro. Con ímpetu inusitado da un salto que le hace caer en un pequeño receptáculo de agua. Sale y acaba rebozado en las semillas del suelo de la jaula y aunque cierra los ojos y los abre decenas de veces, el fotograma se repite. En su nueva vida de hámster sólo hay sitio para su absurdo esfuerzo de Sísifo. Hacer girar la rueda.

12.11.12






Hoy tengo el pecho henchido de orgullo porque Luisa de http://microrrelatosalpormayor.blogspot.de/ ha sido tan amable de publicar mi texto Por-venir.
Con estas palabras os invita a colaborar, quizá os animáis:
(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, no dudes en enviármelo. Si, por el contrario, prefieres ilustrar, ponte en contacto conmigo, esta sección la estamos construyendo entre todos y estás invitado. ¡Muchas gracias!)

8.11.12


Herencia
Sí que hablaba. Con el personal, con los médicos y los otros residentes. Pero en cuanto ella venía, se empecinaba en un mutismo terco. Bajaba la cabeza y así hacía transcurrir el tiempo. Sumida en un letargo premeditado, dejaba que su hija se desesperara, interrumpiera la visita y se fuera llorando. La anciana se dirigía después al salón de juegos y abandonaba su silencio para cantar bingo y disfrutar. La hija estaba convencida de que su madre, hundida en aquella tristeza, moriría pronto y ella se quedaría con todo. Pero la mujer ya hacía tiempo que había cambiado el testamento.

28.10.12


Furtivos

Se había acostado vestida en la cama. Respiraba con los ojos cerrados para que Sor Olvido no la oyera, mientras las demás se iban durmiendo entre toses y carraspeos. Ya había hecho la maleta por la tarde. Dentro había metido un trozo de arco iris del día de tanta lluvia, flores que recogió por la mañana en el jardín, la magdalena del desayuno que no se pudo terminar, las cartas de Fabián desde el taller y la pelota de trapo que le había regalado su abuela hacía tres años. Antes de que la hermana la pudiera descubrir bajó rápido con el equipaje por la escalera de emergencia y salió por la puerta que había dejado entreabierta al mediodía. En el recodo del camino estaba Fabián, con traje y corbata. Al verle se puso colorada, se le colgó al cuello y le cogió la mano. Bajaron al río y no dejaban de darse besos. Querían casarse acompañados por los jilgueros, la música de las ranas y rodeados de los árboles amigos. Justo antes de empezar la ceremonia apareció una pareja de agentes de policía. Les metieron en coches separados. A Linda la devolvieron al colegio especial de monjas y a él al taller de carpintería. Era la quinta vez que se escapaban.

Es un relato con el que participé en  el concurso de creciendo juntos http://creciendojuntospielagos.wordpress.com/2012/07/23/. Dedico este relato con un amor infinito a mi hermana.  

11.10.12





Dirección única

Los niños, en la parte posterior del vehículo, permanecen ajenos a la velocidad vertiginosa de la madre. Juegan a cartas. Las siete familias: la panadera, la sastra, y la lechera. -Me falta el padre para completar. También me faltan los abuelos-. Así es. Parece el juego de la verdad. Si miraran a través de las ventanilla verían los coches que se cruzan, rozando la carrocería de la que salen chispas. Y críos asustados dentro, con las narices aplastadas contra el vidrio, el dedo en la sien, sugiriéndoles que no saben lo que hacen. Van a contracorriente, ya sin vuelta atrás.

Parece ser que con este texto gané la convocatoria semanal de Wonderland de Radio 4 en el espacio L´art d´escriure http://www.rtve.es/alacarta/audios/wonderland/wonderland-9-doctubre-2012/1547834/. Minuto 48. Ni que decir tiene, que me hizo muchíiiiiiiiisima ilusión. La quiero compartir con vosotr@s.
Besos mil

30.9.12


Lindos gatitos

El viejecito era adorable. Las madres no tenían ningún reparo en dejar a sus tiernos retoños en la cercanía del anciano. Llegaba por las mañanas cargado de cartones de leche, se sentaba en el banco más cercano al estanque y antes de dedicarse a su tarea cotidiana, echaba una cabezadita. Al levantarse atraía a los gatos que merodeaban a bandadas y les iba llenando los cacharritos para que bebieran. Se granjeaba con el gesto la simpatía y el respeto de los paseantes. Los gatos enfermaban días más tarde. Y morían en sus guaridas, lejos del parque.

18.9.12


Terapia del dolor

Fue alrededor de esta casa, que ahora está sorda, y preñada de secretos abominables. Recuerdo un sol ardiente que me quemaba la piel en las tardes de estío, cuando jugaba con mis hermanos a las canicas. Veladas interminables de risas alborotadas con mis padres. Los besos inocentes con mis primeros novios, a hurtadillas. Las aceras amables, sin peligro. Vivía en un cuerpo tibio, de cervatillo, al que le sobra corazón. Esperaba impaciente las manos que entendieran mi idioma. Aquellos días felices. Y, sin embargo, son recuerdos prestados, usurpados de la memoria de otros. Reinventados y sin pátina. Para no sufrir.  

13.9.12

UNO

Añil hizo llegar los azulejos por el valle, camuflados en las alforjas de las mulas. Cuando llegaban al pie del edificio obligaba a los hombres a salir del pueblo con los ojos vendados, diseminados y en múltiples direcciones, para que no pudieran recordar el lugar. Los albañiles trabajaban de noche, a la tímida luz de la luna y después de dos días de labor, eran sustituidos por otros, que también venían de lejos. Pasaron algunos meses y la obra quedó terminada. Añil cerró por dentro la modesta casa, a cal y canto. Y tiró la llave en el pozo que se encontraba en el centro del patio. Al lado, se elevaba el complicado laber into vertical de baldosas índigo. Subió los peldaños empinados de la fantástica construcción. En una última inclinación alargó las manos. Introdujo sus dedos huesudos en lo denso de la bóveda celeste y acabó fundiéndose con el azul, tan profundo como el del mar.



Texto con el que participé en agosto en el concurso mensual de  
http://estanochetecuento.blogspot.de/ 

30.7.12

Gracias a los que me visitan, a los que además me leen y a los que se atreven a comentar mis elucubraciones. 

10.7.12

   




Derrumbe
Gritaron desde arriba, lejanos, también él pero no le oyeron. Con la última llamarada de candil aún pudo echar una ojeada a la foto de sus hijos.
La viuda sólo le recordaba con la cara tiznada.

18.6.12


Bricolaje

No se interesaba por el arte. El cuadro era un regalo de Julia y, por deferencia, decidió colgarlo en el comedor, junto al espejo. La imagen, un paisaje marítimo, era sugerente y no ponía a prueba ninguna capacidad cognitiva especial. Era una mar apacible, rematado por un navío a la antigua usanza, de grandes mástiles y blancas velas. Quedó contenta de la eficacia del martillo y de la obediencia de los clavos, que quedaron prisioneros en la pared.
Por la noche se despertó por la insistencia de un goteo molesto. Pensó enseguida en el grifo de la cocina, que ya había vendido su alma metálica al diablo. Pero el fregadero estaba seco. Se fue de nuevo a la cama, convencida de que se trataba de un delirio nocturno. 
Pronto volvió a abrir los ojos porque el incidente se reanudó. Al poner los pies en el suelo dio un respingo. La habitación estaba ya inundada y el agua le cubría las rodillas. Atormentada por un mal augurio, se acordó del cuadro. Fue hasta el comedor, sorteando algunos enseres que habían cobrado vida propia y flotaban juguetones en el acuario improvisado. El cuadro ladeado perdía agua por una esquina y el barco zozobraba. La situación le parecía absurda y nunca en su vida había oído una historia semejante. Quedó queda y vacía. Al poco, creyó oír voces lejanas que, a juzgar por la dirección, sólo podían provenir de la pintura. Unos marinos desencajados, proferían insultos. Uno de ellos, erigido en líder del grupo, le gritó desde el bote salvavidas: -¡Mira que eres inútil! ¡Tampoco es tan difícil clavar una tachuela en la pared!



 

12.6.12


Fugas

Los niños llegaron un día como hoy, hace tres años. Tan bonitos, tan iguales. El pelo negro, la tez oscura. La mirada perdida que atribuí a un primer extravío. Les dimos cariño, envuelto en el pan del desayuno, y dulzura, mezclada con el jarabe de la tos. Las nenas compartieron con ellos la habitación y los mimos. Sin embargo, en los sueños de la noche les oigo bañarse, a escondidas, en el agua de los monzones, retozando con los tigres de Bengala. Cuchichean y se dejan decir que son más bellos que Abelardo, el gato manso que tenemos en casa.

7.6.12


Sakura

Cuando pudo por fin hacer las primeras salidas la primavera ya estaba muy avanzada. La vi escudriñando el campo a la búsqueda, en vano, de alguna florecilla. Macilenta y defraudada volvía a casa exhausta.
Un día saqué del bolsillo los billetes y se los puse encima de la almohada. Sus ojos tristes se espabilaron por unos segundos y agradecida me abrazó sin hablar.
El viaje fue oneroso, no hizo más que vomitar. En Tokio los cerezos ya no tenían flores y nos aconsejaron ir a Hokkaido, mil kilómetros más al norte. Al llegar ya no tenía fuerza para dar un paso, no comió nada durante tres días. Desde la ventana del hotel divisé una montaña cubierta de un manto rosado y se lo quisé enseñar. Me pareció que su último gesto fue una leve sonrisa. Aunque no sé si llegó a ver la colina florecida.


Con este texto participé en el concurso de esta noche te cuento del mes de mayo. Sin éxito pero con placer. La convocatoria es mensual y podéis enviarles vuestras propuestas.

30.5.12

Una foto que ha inspirado cuatrocientos cinco tuits:
José P. Gegúndez


El jurado del Concurso de #Twitteratura de @dónde lees tú ha seleccionado uno de mis tuits en su cuarta semana de concurso que ya ha acabado.

El amor sólo duró una fase. Era menguante. Su extrema palidez y la dificultad del idioma selenita acabaron con nuestro idilio. De @trasgubinti


Podéis leer el fallo
AQUI

28.5.12


Hace ya algunos días recibí una gran alegría. Pedro Sánchez Negreira, del blog   Entre nunca y quien sabe    me ha incluido en sus cinco blogs favoritos. ¡Gracias por este regalo!

 


Liebster Blog Award” es un premio ideado para recompensar, estimular y promocionar aquellos sitios de internet, cuyo número de seguidores no excede de doscientos, pero que, por su esencia y contenido, merezcan ser dados a conocer a todos los rincones de la blogosfera. Tiene unas sencillas normas: 

1. Copiar el premio en el blog y enlazarlo al bloguer que te lo otorgó.

2. Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio.

  1. Y, por último, esperar que continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs preferidos. (Entre ellos no debe estar el blog de la persona que te ha elegido)




Los cinco blogs que yo he escogido son: 


 Un libro es un jardín de bolsillo   Historias llenas de burbujas. No sé si Paloma tiene más de 200 seguidores porque no lo veo en su blog. Pero vale la pena echarle un vistazo.
Taza de cuentos   Melvin me habla de los escritores de Puerto Rico que yo no conozco y me tienta en sus microrrelatos con palabras que yo no utilizo, me recuerda que hay otra manera de hablar y de escribir el castellano. Y me trae esa brisa de otro continente.
Sirena varada   LaLa fascina con su prosa poética.
Mis historias  Yolanda presenta sus textos con gran modestia, sin embargo, encierran una gran profundidad.
Microrrelatos al por mayor   Un blog de carácter universal con iniciativas colectivas. Me gusta la  generosidad de Luisa.


Hay muchos, muchos más...

15.5.12


Allende los mares

Por las primeras cartas, las de enamorado, sabía que el calor del trópico era húmedo, que no le sentaría bien. Hizo la maleta con el esmero de un primer viaje. Metió un sinfín de cachivaches que siempre podían hacer falta, también alguna rebeca por si refrescaba. Él se lo había espetado a los dos meses, sin más, por telegrama. Del disgusto nunca más volvió a ser buena. Aquella mañana salió de casa y enfiló hacia el puerto. Dejó el equipaje en el suelo. Esperó sentada en un noray hasta que el transatlántico zarpara, como cada día, desde hacía veinte años. 

8.5.12


Aguada

Al principio cayeron unas pintitas. Sin dilación, empezaron a caer unos goterones que golpeaban con ahínco las plantas, ya de por sí debilitadas por la falta de humedad. Sacamos a la puerta cubos, ollas, aguamaniles, cualquier cacharro para recoger lo que cayera y ahuyentar la sequía. Se llenaron rápidamente. Tantas semanas áridas nos habían agriado el carácter. Pero aquella noche nos fuimos a dormir con la tranquilidad del complacido.
La mañana siguiente me pareció gris, a juzgar por la luz meliflua detrás de los visillos de la ventana del cuarto. Aún con las legañas en los ojos me acerqué al cristal. No me resultó extraño ver a las vacas retozando panza arriba en una laguna, que lo había anegado todo, los niños subidos en unas piraguas improvisadas, chapoteando con los rastrillos a modo de remo y zarandeando el badajo de la campana de la iglesia, que había quedado a ras de la superficie de las aguas, y a los labradores subidos a caballo a los tejados de las casas, arreglando las cestas de mimbre y las labriegas sentadas en los agujeros de las chimeneas enristrando los ajos. Como si nunca hubieran hecho otra cosa. Encharcados en una insólita felicidad.


A un tris (siempre a un tris...) de ser seleccionada en el concurso que organiza el blog http://estanochetecuento.blogspot.de/


3.5.12


Nora se quitó el delantal y lo tiró a la montaña de ropa sucia que tenía pensado lavar, planchar y recoger. Salió de la casa para no volver, sin mirar atrás. Allí quedaban marido, hijos, perro y el cocido a medio hacer.

22.4.12


Secretos

Chispa las encontraba todas. Su dueño lo había amaestrado con enjundia. Salían cada día a las cuatro de la mañana. Iban siempre por diferentes caminos porque el viejo receloso desconfiaba de todos en el pueblo. Ni siquiera sus hijos sabían los lugares. Una vez allí, en el trufero, soltaba al perro y le restregaba las trufas por el morro para que buscara. El animal se volvía loco. Jadeaba y olfateaba la tierra. El viejo se acercaba y con un pequeño azadón escarbaba entre los cantos y las raíces hasta encontrar el tesoro. Llevaban muchos años juntos y Braulio pasaba con Chispa más tiempo que con su mujer.
Aquel año Chispa andaba enfermo. Cojeaba y se equivocaba cada dos por tres. En el trufero ya no era capaz de dar con los sitios. Braulio escarbaba allí donde el perro olisqueaba pero a menudo no encontraba nada.
Por la navidad el perro ya no se levantó. Braulio no se movía de su lado hasta que no pudo soportar más y se iba solo al campo. Se tiraba al suelo y acercaba las narices a la tierra convencido de haber aprendido del perro. Escarbaba desesperado pero sólo encontraba piedras y algún topo muerto.
Volvía a casa derrotado. Rendía visita a Chispa antes de irse a dormir que le miraba con los ojos húmedos y que guardaba silencio. Chispa no sobrevivió el invierno. Braulio no llegó al verano.



Uno de los textos seleccionados en la convocatoria "Con un par de narices" de la revista La Esfera Cultural


















11.4.12























La pieza es de un blanco aséptico, sin esquinas en el techo. Las paredes acolchonadas son blandas, y sin ventanas. Una luz fría penetrante, se lanza en picado desde la bombilla inalcanzable. La apagan cuando está despierto, se enciende cuando, tras incontables noches insomnes, se duerme agotado.
Nadie durante días. Sólo los escupitajos en los rincones, cada vez que le dan las pastillas, que esconde debajo de la lengua y, la batalla perdida, contra la fuerza de la camisa de fuerza.
Para romper el absurdo circular de la habitación, y no ser presa del abismo, camina en cuadrado, a contracorriente.


20.3.12

Ictíneo I    Réplica en el Museo Marítimo de Barcelona



Algunas leguas después

Había perdido el control del submarino. Ictíneo daba vueltas en el agua, como un huevo loco. La elipse de madera, que no dejaba de caer, acariciada por morenas, acosada por serpientes, atacada con tinta, se quedó incrustada allí en lo abisal. Narcís, mientras trataba de poner el batiscafo en marcha, advirtió una nave portentosa de grandes proporciones que cortaba el agua y se dirigía hacia donde él se encontraba. Fascinado por el artefacto lo observó largas horas sin dar crédito a la existencia de tal ingenio. Rendido y aturdido por la increíble aventura se quedó dormido. Al despertarse miró de nuevo por el ojo de buey. Fuera del Nautilus el capitán Nemo luchaba, sin escafandra, con un pulpo gigante. Narcís, atemorizado por la escena accionó los mandos y, tras varios intentos desesperados, consiguió subir a la superficie. Una vez en tierra firme evitó durante mucho tiempo contar lo vivido en su periplo. Jules Verne le persiguió varios años, hasta conseguir el relato en exclusiva.

Texto que llegó a las deliberaciones finales en el concurso de microrrelatos del mes de Febrero de la Microbiblioteca http://lamicrobiblioteca.blogspot.de/

6.3.12


La vuelta al mundo

Iniciaban los periplos con una lectura. Viajaban a los países más recónditos. A todos los confines de la tierra. Perseguían murciélagos en las cuevas, escalaban cordilleras de nieves perpetuas. Lloraban con la magia de los atardeceres. Pisaban las catedrales con el respeto de un creyente. Habían surcado todos los océanos, descendido por gargantas y acantilados peligrosos. A la caída de la tarde de cada día del año, emprendían el trayecto más penoso de la odisea. Él la llevaba en la silla de ruedas, con paciencia, del salón a la habitación. La cogía en brazos y con mucha ternura la metía en a la cama.

4.3.12


Aquí en este punto ● se concentra toda
la sabiduría de Oriente y Occidente. 
Los enigmas de lasPirámides, las 
revelaciones del Zoroastro, la 
sabiduría de los mayas, el secreto de 
las estatuas de la isla de Pascua. La nena del propietario de una herboristería lo encontró bajo un manto de polvo en una de las alacenas de la trastienda. Día tras día, eruditos, zahoríes, agoreros, pitonisas, adivinadores, videntes observaron el hallazgo para desentrañar las incógnitas de la condición humana. 
Ayer se fueron los últimos ciéntificos, con el rabo entre las piernas, al comprobar que el punto es hermético y sus mensajes crípticos sólo se manifiestan a unos pocos elegidos.

1.3.12





A propuesta de algunos blogueros de la red.
Jueves indignados


La tierra prometida


Después de una larga marcha de meses llegaron a Teutonia. Ya a la frontera les miraron con extrañeza. En las agencias nacionales para el empleo les dejaron muy claro que no necesitaban ingenieros y que como máximo acogerían a dos cantaores de flamenco y un camarero para que hiciera las sangrías.

27.2.12


Transformación

Se levantó pensando en Kafka, en la envidiable relevancia de la metamorfosis. Había leído al escritor checo en su época de estudiante. Anhelaba abrir los ojos una mañana y convertirse en un animalillo o coleóptero con trascendencia. Miró al suelo y vio corretear sin ganas, asqueada de aquella pocilga, que él llamaba habitación, a una cucaracha. Pero, sin lavarse y con deudas impagables, él siguió siendo el mismo ser anodino de todos los días.

26.2.12


Buscándome

Por matar el tiempo, me llamé por teléfono. Me contestó una voz apagada, deprimente. Le colgué. Me supo mal. Volví a marcar mi número. Pero al sonar colgué de nuevo. Cuando vi el número en la pantallita, corroída por la curiosidad, quise saber quién era. Comunicaba. Probé con el móvil. La voz era la misma, aunque parecía haber mejorado de ánimo. Pregunté que porque me había llamado. Sentí su extrañeza al oír mi pregunta. 
-A ver, creo que confunde las cosas, fue Ud. la que quería algo de mí-.
-Pero, yo sólo hice que devolverle la llamada- repliqué, tropezando en las palabras.
-Sepa Usted que con el más allá no se juega, me espetó.

23.2.12


En Sagarmatha

Se echó la noche encima, Edmund Hillary no podía dar ni un paso más. Norgay, diligente, montó la tienda para poder dormir. En mitad del sueño oyeron un ruido. Acostumbrados al zumbido del viento, a las esquilas de los yaks, aquello les pareció diferente.
De las nieves perpetuas surgió una figura de altura mayúscula. Un hombre peludo, desvalido se acercó a ellos. Rompió a llorar. -Mi mujer me ha abandonado. Somos los últimos de nuestra especie.
Le alimentaron y le dejaron calentarse. No supieron consolarle, pero para evitar males mayores, no mencionaron nunca a nadie el encuentro con el yeti.

21.2.12

Desubicado

Un anciano un tanto desorientado entra en un café. Seguidamente le caen encima los azucarillos. La cucharilla le zarandea hasta que cae, provocando un maremoto en la taza.
La marea salpica el mantel de encaje y mancha la falda tableada de la clienta. El camarero se apresura, bayeta en mano, para lo que haga falta. La dama le recrimina que el trapo está sucio. En la trifulca, el camarero vuelca la taza. Y le deja la falda hecha un cromo. El anciano, empapado en cafeína, reconoce el error. Porque lo que a él de verdad le gusta, es el vino.


20.2.12


El pensador

El pensador decidió abandonar su postura cogitativa, pues el paso a la acción le resultaba ya ineludible. Bajó del pedestal desorientado, algo timorato. Vio a su alrededor numerosos individuos aferrados a móviles, portátiles: subidos a coches, programando navegadores, resolviendo cualquier quehacer anodino con un mando a distancia. Entendió que había dejado pasar demasiado tiempo, a la deriva de sus cavilaciones. Los complejos pensamientos que había esbozado durante los últimos años le parecieron, entonces, obsoletos, sin la menor aplicación.
En un arrebato de honradez intelectual, se acercó a una ventana y, haciendo uso del derecho a la deserción, saltó al vacío.

13.2.12


El misterio de la isla de Pascua

El barco que llevó a los pasajeros a la isla, desapareció veloz por un punto de fuga.
El grupo de turistas se topó enseguida con las caras trapezoidales de los moáis. Sorprendidos por una tormenta y poco preparados para las inclemencias, se cobijaron bajo las cejas prominentes de la estatuas, para que les guarecieran. Nada de ello ocurrió, más bien una tragedia. Los hombres pájaro, acosados por los visitantes, emprendieron el vuelo, desprendiéndose de sus lastres de basalto, que caían como meteoritos y lapidaban a los pobres incautos.

24.1.12


Unión carnal

Siempre he tragado con todo porque soy la más blandengue. Hasta que me enteré que me engañaba con mi marido.
Hemos estado meses sin hablarnos. Pero fuimos enfermándonos de melancolía. La oía suspirar a menudo. Yo me hacía la dura, pero la procesión iba por dentro.
Volvemos poco a poco a los viejos juegos de espejos, para poder vernos. Ahora ya le preguntó hacia qué lado quiere que nos movamos, evitando así los tirones. Si fuma, hago la vista gorda. Todo apunta a una reconciliación certera.
A fin de cuentas, estamos muy unidas, por la sangre y por el tronco.

17.1.12


Columbodrama

La paloma extenuada, se estrelló contra la antena de la terraza. Había perdido muchas plumas, como atacada a escobazos. Cayó sobre el alféizar de la ventana de la habitación, el cuerpo palpitaba, en espera de la muerte, que no se hizo esperar. Sólo al observar el animal inerte, vi la anilla alrededor de la pata. Le extraje el papel rugoso, de un sucio amarillento. Deduje que llegaba de muy lejos y de un tiempo pretérito. No conocía al remitente, pero me pareció que el mensaje manifestaba una cierta urgencia: ʺPerdemos Trafalgar, Armada Invencible destrozada, envien refuerzosʺ. Firmado: Capitán General Gravina.