La moda de la Selva Negra

30.5.12

Una foto que ha inspirado cuatrocientos cinco tuits:
José P. Gegúndez


El jurado del Concurso de #Twitteratura de @dónde lees tú ha seleccionado uno de mis tuits en su cuarta semana de concurso que ya ha acabado.

El amor sólo duró una fase. Era menguante. Su extrema palidez y la dificultad del idioma selenita acabaron con nuestro idilio. De @trasgubinti


Podéis leer el fallo
AQUI

28.5.12


Hace ya algunos días recibí una gran alegría. Pedro Sánchez Negreira, del blog   Entre nunca y quien sabe    me ha incluido en sus cinco blogs favoritos. ¡Gracias por este regalo!

 


Liebster Blog Award” es un premio ideado para recompensar, estimular y promocionar aquellos sitios de internet, cuyo número de seguidores no excede de doscientos, pero que, por su esencia y contenido, merezcan ser dados a conocer a todos los rincones de la blogosfera. Tiene unas sencillas normas: 

1. Copiar el premio en el blog y enlazarlo al bloguer que te lo otorgó.

2. Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio.

  1. Y, por último, esperar que continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs preferidos. (Entre ellos no debe estar el blog de la persona que te ha elegido)




Los cinco blogs que yo he escogido son: 


 Un libro es un jardín de bolsillo   Historias llenas de burbujas. No sé si Paloma tiene más de 200 seguidores porque no lo veo en su blog. Pero vale la pena echarle un vistazo.
Taza de cuentos   Melvin me habla de los escritores de Puerto Rico que yo no conozco y me tienta en sus microrrelatos con palabras que yo no utilizo, me recuerda que hay otra manera de hablar y de escribir el castellano. Y me trae esa brisa de otro continente.
Sirena varada   LaLa fascina con su prosa poética.
Mis historias  Yolanda presenta sus textos con gran modestia, sin embargo, encierran una gran profundidad.
Microrrelatos al por mayor   Un blog de carácter universal con iniciativas colectivas. Me gusta la  generosidad de Luisa.


Hay muchos, muchos más...

15.5.12


Allende los mares

Por las primeras cartas, las de enamorado, sabía que el calor del trópico era húmedo, que no le sentaría bien. Hizo la maleta con el esmero de un primer viaje. Metió un sinfín de cachivaches que siempre podían hacer falta, también alguna rebeca por si refrescaba. Él se lo había espetado a los dos meses, sin más, por telegrama. Del disgusto nunca más volvió a ser buena. Aquella mañana salió de casa y enfiló hacia el puerto. Dejó el equipaje en el suelo. Esperó sentada en un noray hasta que el transatlántico zarpara, como cada día, desde hacía veinte años. 

8.5.12


Aguada

Al principio cayeron unas pintitas. Sin dilación, empezaron a caer unos goterones que golpeaban con ahínco las plantas, ya de por sí debilitadas por la falta de humedad. Sacamos a la puerta cubos, ollas, aguamaniles, cualquier cacharro para recoger lo que cayera y ahuyentar la sequía. Se llenaron rápidamente. Tantas semanas áridas nos habían agriado el carácter. Pero aquella noche nos fuimos a dormir con la tranquilidad del complacido.
La mañana siguiente me pareció gris, a juzgar por la luz meliflua detrás de los visillos de la ventana del cuarto. Aún con las legañas en los ojos me acerqué al cristal. No me resultó extraño ver a las vacas retozando panza arriba en una laguna, que lo había anegado todo, los niños subidos en unas piraguas improvisadas, chapoteando con los rastrillos a modo de remo y zarandeando el badajo de la campana de la iglesia, que había quedado a ras de la superficie de las aguas, y a los labradores subidos a caballo a los tejados de las casas, arreglando las cestas de mimbre y las labriegas sentadas en los agujeros de las chimeneas enristrando los ajos. Como si nunca hubieran hecho otra cosa. Encharcados en una insólita felicidad.


A un tris (siempre a un tris...) de ser seleccionada en el concurso que organiza el blog http://estanochetecuento.blogspot.de/


3.5.12


Nora se quitó el delantal y lo tiró a la montaña de ropa sucia que tenía pensado lavar, planchar y recoger. Salió de la casa para no volver, sin mirar atrás. Allí quedaban marido, hijos, perro y el cocido a medio hacer.