La moda de la Selva Negra

29.11.14

IDA




El padre colgó pensativo el teléfono. Después de la llamada, a ella no le quedaban dudas. Era la elegida. Eufórica, ultimó los preparativos. El planeta Trántor la había invitado con honores a la conferencia intergaláctica. Dispuso meticulosa los efectos que llevaría consigo. Depositó en la maleta las aletas para nadar bajo la ducha y los patines para rodar entre satélites. Saludó a los robots que llegaron a buscarla. La introdujeron en la ambulancia. Tras un convulso enfrentamiento le pusieron la camisa de fuerza. La madre lloraba, las vecinas cuchicheaban. Decían que la situación ya hacía tiempo que se veía venir.


Este fue uno de los textos finalistas del concurso de Wonderland ¡de la semana pasada! pero es que el restaurante que me da sustento me tiraniza también y me deja poco margen. 

4 comentarios:

  1. Nunca se sabe quien se merece la camisa de fuerza. Estoy seguro que en Trántor no se la pondrían. Saludos.

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  2. ¡Enhorabuena, Mei!

    Recuerdo haberlo leído la semana pasada en el blog del programa y ya me encantó. Es un micro con doble juego que parece que engaña, pero no lo hace o sí, nunca lo sabremos. Los locos quizás son los que no son capaces de soñar.

    A continuar de este modo.

    Bessets.

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  3. Es muy bueno, lo leí en su momento, me gusta comentártelo ahora

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  4. Muy bueno Mei, es un placer leer tus micros, me gustó la visión de la enferma, frente a la tristeza de los demás, tal vez necesitamos un poco de esa locura.
    Un abrazo.

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Seguramente hay oro en tus palabras