La moda de la Selva Negra

1.3.12





A propuesta de algunos blogueros de la red.
Jueves indignados


La tierra prometida


Después de una larga marcha de meses llegaron a Teutonia. Ya a la frontera les miraron con extrañeza. En las agencias nacionales para el empleo les dejaron muy claro que no necesitaban ingenieros y que como máximo acogerían a dos cantaores de flamenco y un camarero para que hiciera las sangrías.

10 comentarios:

  1. Esa España de folclore y pandereta que reflejas sigue viva, es una pena que lo bueno no siempre sea tenido en cuenta.

    Un abrazo indignado, como tu jueves. Y otro para ti con la mejor de mis sonrisas

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  2. Triste realidad muy bien recogida en pocas palabras.

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  3. ¡Cuántas tierras prometidas, Mei!

    Las de los que desembarcan de las pateras, la de las niñas del este y del sur del sur a las que prometen trabajar en hogares y acaba secuestradas en clubes de carretera, y más, y más, y más.

    ¿Que clase de sociedad estamos construyendo?

    Supongo que tenemos lo que merecemos.

    Un abrazo,


    P.D.: Puede que me sugieras que encienda la freidora y cuide los esparragos después de echarlos dentro, pero sin romper con la estética del blog, ¿podría sugerir un color de letra que contraste mejor con el fondo? Es que me dejo los ojos cada vez que te visito, y como no pienso renunciar a seguir viniendo por aquí ...

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  4. PD2: O la letra de la entrada más grande. Es que la presbicia no perdona ...

    Otro abrazo,

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  5. Lo dices con tanto encanto que no puedo defraudarte.
    Un besote

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  6. Qué interesante propuesta, la he visto por la blogósfera y me parece genial. Tengo que ponerme al día con lo de los micros indignados.

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  7. Otras citas: el 5 de Abril o el 13 de Mayo.
    Un abrazo Melvin

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  8. Buena aportación y curiosamente con pocas palabras, cuando la mayoría se han lanzado un microrrelatos de mayor extensión.
    Me engancharé a la del 5 de abril, a esta ya no me da tiempo.

    Muchos besos Mei, me ha gustado.

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  9. Y aun tenemos que dar gracias de tener trabajo, sea el que sea y donde sea... Triste, pero...
    Me gustó mucho tu historia tan decadente.

    Un abrazo, Mei.

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  10. Sí no está el horno para bollos. Gracias por tu visita.
    Un saludo

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Seguramente hay oro en tus palabras