La moda de la Selva Negra

4.3.12


Aquí en este punto ● se concentra toda
la sabiduría de Oriente y Occidente. 
Los enigmas de lasPirámides, las 
revelaciones del Zoroastro, la 
sabiduría de los mayas, el secreto de 
las estatuas de la isla de Pascua. La nena del propietario de una herboristería lo encontró bajo un manto de polvo en una de las alacenas de la trastienda. Día tras día, eruditos, zahoríes, agoreros, pitonisas, adivinadores, videntes observaron el hallazgo para desentrañar las incógnitas de la condición humana. 
Ayer se fueron los últimos ciéntificos, con el rabo entre las piernas, al comprobar que el punto es hermético y sus mensajes crípticos sólo se manifiestan a unos pocos elegidos.

6 comentarios:

  1. Este es un micro en el que destacan varias de las virtudes del género, Mei. Un texto con varias lecturas y todas -de una u otra forma- desasocegantes.

    No puedo marcharme sin agradecerte el ajuste tipográfico que has hecho. Esta vez te he leído alto y claro, y -como es fácil imaginar- el goce ha sido doble.

    Un abrazo, y gracias.

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    1. Pedro, al fin y al cabo, yo también ando con problemas de vista. Gracias por pasarte

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  2. No vale la pena enconarse en descifrar lo que no tiene código. Y si se manifiesta a unos pocos escogidos no será por arbitrariedades caprichosas sino más bien por manipulaciones interesadas. En ese caso mejor salir huyendo.
    En el lugar de la muchacha yo me habría comido el punto. Todo sería más sencillo.

    Abrazos

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  3. Descifrar lo indescifrable, despejar las incógnitas, buscar respuestas a los interrogantes de la existencia humana. Si todo eso es sólo para unos pocos elegidos y nadie llamó a mi puerta, no debo preocuparme.

    Buena perspectiva sobre lo trascendente al hombre y sobre la idea de que no siempre el "método científico" tiene respuesta a todo.

    Un abrazo Mei.

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    1. Gracias por tus palabras y por pasarte. Enhorabuena de nuevo por tu blog.
      Saludos

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  4. Creo que al final se lo comió y ahora es ella el objeto del deseo.
    Gracias por tu humor Xesc

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Seguramente hay oro en tus palabras