La moda de la Selva Negra

23.9.13

Discrepancia




Desde lo alto el sol valiente había disipado todas las sombras, por las laderas resbalaba el verde y en las aguas del río los salmones daban saltos de fertilidad. Una montaña arbolada atravesaba el paisaje que quedaba rematado por un valle lejano, cerrado, sin salida. Algunas vacas pacían en unos prados protegidas por unas vallas de madera. Nada ni nadie hubiera podido romper aquella imagen preñada de un tal equilibrio. 
Sin embargo, de una manera insultante, inopinada, el cadáver yacía encima de la alfombra con los ojos abiertos, desangrándose por el orificio de la sien, justo debajo de la pintura.

6 comentarios:

  1. Mei, estaba leyendo tu microrrelato con un halo de Hemingway que impregnaba ese paisaje montañero, cuando al final, ¡Zas! Un golpe duro al mentón, con ese cadáver al más puro estilo de la novela negra.

    Me gustó ese contraste.

    Bessets.

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  2. Tan dulce y pastoril transcurría y ¡plas!: toma cadáver. ¡Menudo giro!
    Como a Nicolás, me sedujo el contraste.
    Un beso.

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  3. Sigue siendo una obscenidad ese cadáver aunque la escena no sea real sino pintada.
    Gran micro.
    Un abrazo.

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  4. Desde luego es una discrepancia con todas las letras. Todavía estoy palpitando de horror, tras caer en la "trampa" bucólico-campestre...un claroscuro muy Remeiano.
    Petonets,

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  5. Qué choque de imágenes, Mei, me impactó.
    Un fuerte abrazo.
    HD

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  6. Ay que horror.Me gusta :)

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Seguramente hay oro en tus palabras