Fugas
Los
niños llegaron un día como hoy, hace tres años.
Tan bonitos, tan iguales. El pelo negro, la tez oscura. La mirada
perdida que atribuí a un primer extravío. Les dimos
cariño, envuelto en el pan del desayuno, y dulzura, mezclada
con el jarabe de la tos. Las nenas compartieron con ellos la
habitación y los mimos. Sin embargo, en los sueños de
la noche les oigo bañarse, a escondidas, en el agua de los
monzones, retozando con los tigres de Bengala. Cuchichean y se dejan
decir que son más bellos que Abelardo, el gato manso que
tenemos en casa.
Mei Morán, es un relato de realismo mágico y que nos presenta una selva muy próxima. No sé si es mi impresión o no, pero este microrrelato me parece que es parte de otro más largo o continuación, ¿es así?
ResponderEliminarMe gustó como lo hilvanaste.
Abrazos.
Este relato tiene un misterio que cautiva y una prosa que envolvente e hipnótica.
ResponderEliminar¡Abrazos!
Mei, este es un relato profundamente evocador de diversos sentimientos.
ResponderEliminarPor un lado está el gozo de leer esta prosa de elegante aliento lírico que nos regalas, envolviendo una historia colmada de ternura.
Por otro, el sentimiento de empatía que genera, tanto hacia los niños como hacia quienes los acogen.
Me ha gustado mucho.
Gran trabajo.
Un abrazo,
Gran micro sí, de acuerdo con Pedro sobre tu prosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uno siempre se lleva consigo parte de lo que fue, de lo que siempre será. Una preciosa historia de amor.
ResponderEliminarOtro más.
Es muy lírico este micro. Y no se puede dejar de sentir simpatia por la forma de expresarse del narrador.
ResponderEliminarBesitos
un pequeño gran viaje
ResponderEliminarEs precioso Mei, me encantan los sentimientos contraídos con esos niños que nos haces llegar, recién venidos de su país de origen, tan distinto al nuestro.
ResponderEliminarProsa lírica preciosa Mei.
Un besote.
Qué bueno. Además de la ternura de la adopción (bravo por ese cariño envuelto en el pan del desayuno), ese tinte mágico sobre considerarse tigres. El único problema que veo es que sin la foto quizás no "sobreviva", es decir, que el lector solo interpretaría que ellos niños son más bellos que el gato. No sé.
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