
La moda de la Selva Negra
26.3.13
Almas peregrinas
El sendero que iba desandando no menguaba. Se iba ensanchando, aumentaba a voluntad a medida que se unían otros caminantes. Aunque me había propuesto no cruzar palabra con ninguno de ellos, no pude evitar que me hablaran. Algunos se quejaban de las rozaduras en los tobillos y otros del calor y del peso de las mochilas. Yo les despreciaba sabiendo que tenían un destino, que subirían a un avión y desorientados olvidarían el camino.
20.3.13
Barrios fantasma
Derriba la puerta a golpes. El piso, flamante pero sin muebles le parece un regalo. Son siete. Sólo hay dos habitaciones pero ya se las arreglarán. A lo largo del día van oyendo ruidos en los otros rellanos. Se van abriendo todas las puertas y vienen a bandadas. Van ocupando los apartamentos y cuando no queda ninguno vacío, el resto de familias, con caras compungidas, se postan en la entrada, con paciencia inusitada esperando que algunos de los que ya se han instalado renuncien, para que puedan entrar ellos.
1ª jornada de la PRIMAVERA DE MICRORRELATOS INDIGNADOS 2013.
Impulsores de la iniciativa:
La Colina Naranja
Explorando Liliput
Relatos de andar por casa
Pliegos volantes
18.3.13
Saudade
Nos
reunimos como cada atardecer alrededor del suero vital. Después de
ingerir la dosis diaria nos estiramos en los sofás de olas de gas
para digerir y contemplar el universo. La mayoría se deja ir, sin
oponer la más mínima resistencia, derrotados por la belleza de
Andrómeda, tan cercana. Cuando yacen imperturbables, adormecidos
por los cantos de las estrellas a través de los auriculares, saco el
visor turístico de color verde que encontré entre las pocas
pertenencias terrenales de mi abuelo. A pesar del saqueo sistemático
a sus recuerdos al llegar a este planeta, algunos pudieron esconder
reliquias que se han convertido en objetos deseados y valiosos por
los que estarían dispuestos a cometer crímenes. Al pie de la única
imagen visible en la pequeña
televisión de juguete, hay una inscripción: La ciudad de los
enamorados y de la luz. Observo un montón de hierros tapando un
atardecer en la Tierra. No entiendo el sentido de aquellas palabras y
decido enseñar el chisme a los demás. Niegan conocer el lugar. Sólo
uno de los más ancianos mueve tembloroso las comisuras de los
labios, incapaz de contener unas burbujas de melancolía.Colaboro con este texto este mes en ENTC. El tema es 2084
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