Cuento atrapado
Mientras
los relojes de cuco en el valle se desgañitaban
para decir que llegaba la hora fatídica, el cielo, que era un
borrón, no soltaba prenda. Los cervatillos se volvían todo corazón
y el pecho les temblaba inexperto, con galope. Gnomos, elfos y ninfas
corrían de puntillas hasta los lagos y se sumergían temerosos a
esconderse entre los nenúfares. Aunque el bosque hermético no
dejaba pasar ni una gota de aire, los abetos con una tristeza pesada,
esclavos de sus raíces, apartaban las ramas para abrirles camino.
Hänsel observaba preocupado la quietud de los parajes, Gretel,
ingenua, recogía arándanos. Vestida de harapos, segura de su
empresa la bruja atravesaba la selva negra, contoneándose por las
veredas, embriagada por el olor de la carne humana.
Aquí mi cuento tuneado para la III Microquedada en Madrid, que hay que leer con los atuendos del traje típico de la Selva Negra puestos. Para el que no posea uno: aquí les dejo un sombrero virtual, para salir del paso.
Por cierto, alguien sabe decirme el nombre del agraciado, castigado con llevarse el texto a su casa?
Miles de abrazos
Mei, recuerdo tu lectura y los nervios, no sé si simulados o no, que demostraste. Ahora que lo he leído, y quieras o no se aprecia de mejor forma, te digo que es un gran microrrelato, donde se recrea todo una ambiente que te sumerge.
ResponderEliminarDesconozco quién fue el afortunado de recibir tu microrrelato tuneado, pero en cuanto lo sepa, te lo comunico.
Besos.
Hola Mei, me encantó conocerte. Y aunque puede que tú lo pasaras mal leyéndolo allí, fue entrañable verte hacerlo.
ResponderEliminarUn beso
Mágico, no me extraña que haya que ponerse un sombrero para no caer en el embrujo.
ResponderEliminarAh, y el sombrero virtual no funciona, lo siento, yo he caído
Precioso Mei.
ResponderEliminarUn beso.
Hermoso, cómo ese bosque se mueve, me gustó mucho el uso de algunas frases "bosque hermético", "embriagada por el olor de la carne humana", muy poéticas.
ResponderEliminarAbrazos y qué iniciativa tan original.
Me encantó y me encanta, asi que eso que dices del "pobre agraciado que se lo llevó"... nada de nada.
ResponderEliminarA alguien le tocaría el tuyo ¡digo yo!. Esto va a convertirse en una caza de brujas, jiji, de esas que se contonean por las veredas.
Ahora voy con el queso de Ximens. Besos Mei, fue un placer conocerte en vivo.