Sentado
en la cama, con los pies desnudos sobre la piel curtida de oveja que
hace de alfombra, Braulio „El Pastor“ le contaba a su nieto que
ahora se enranciaba todo el día allí acostado pero que no dormía,
que apenas era capaz de dar un par de pestañeos.
-Cuando
yo era un zagal de tu edad, pasaba las noches en la sierra al cuidado
de las ovejas en un duermevela hasta que salía la luna. Entonces,
con el sonido de los cencerros y el balar de los animales, como nanas
de lana, dormía hasta que Las Cabrillas iban altas.
El
nieto, sentado a su vera, con los pies colgando, le escuchaba
cabizbajo. Luego observó el ventanuco que da a la huerta y sonrió.
A
la noche, cuando Braulio recolectaba recuerdos, oye el sonido de una
esquila que mana por la ventana. Mira hacia el exterior y ve el lomo
de una oveja recortado a la luz de una falsa luna de queso.
-Jodío muchacho, ¡qué
listo es!- dice, y al incorporarse en la cama siente en los pies la
fría pizarra del suelo.
Este es el micro tuneado de Javier Ximens, que tuve la suerte de recibir en el encuentro del día 18 en Madrid con ocasión de la III Microquedada, de un montón de buenos microrrelatistas.
Tenéis que leerlo con amor, pues me parece que así está escrito. Ximens imprimió el texto en el envoltorio de un queso curado de oveja. El micro aparecía en el lugar de la etiqueta. Una virguería artesanal. El queso ya me lo estoy comiendo. Afortunadamente ha quedado el texto para vuestro deleite y el mío.
Cualquier cosa que yo diga de Javier Ximens está teñida de un cariño profundo, muy profundo; por ello sólo me atreveré a confirmar lo que tu supones, Mei. Estoy convencido de que está hecho con mucho amor e ilusión. Al igual que toda la organización de la quedada con la que le tocó lidiar mientras los demás estábamos a verlas venir y que nos lo den hecho. El mismo amor y la misma ilusión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Enviada la foto. Me alegro de que te guste el queso. Era el objetivo del relato tuneado: Si no le llena el corazón que le llene el estómago.
ResponderEliminarQuesos, digo besos.
Hola Mei, me encantó compartir mesa y queso contigo, pero este no lo compartimos, te lo quedaste para ti sola. Me gusta este tuneado con aroma a queso y balidos de oveja.
ResponderEliminarBesos
Sois la caña. De Javier, a quien conozco en persona, sólo se pueden esperar buenas letras. De ti, de quien tengo noticias por terceros, creo que también. Bueno, no creo: aseguro.
ResponderEliminarEs un placer enlazarte, Mei.
Con respecto a lo que indicas de sentirte extranjera en todas las patrias donde habitas, te entiendo, y mucho. Así me he sentido y, en ocasiones, aún me siento. Creo que no es grave, no se muere por ello.
Abrazos.
Ese queso es muy bueno, que idea tan original
ResponderEliminarBesicos, amiga.
¡Bravo por ese queso Mei!. El micro lo leí atentamente con mucho amor en casa de Ximens, y la pena, penita pena, es que Internet aún no permite chupar la pantalla para saber a qué sabe el queso que te regaló.
ResponderEliminarUn besazo muy fuerte amiga.