20.3.13
Barrios fantasma
Derriba la puerta a golpes. El piso, flamante pero sin muebles le parece un regalo. Son siete. Sólo hay dos habitaciones pero ya se las arreglarán. A lo largo del día van oyendo ruidos en los otros rellanos. Se van abriendo todas las puertas y vienen a bandadas. Van ocupando los apartamentos y cuando no queda ninguno vacío, el resto de familias, con caras compungidas, se postan en la entrada, con paciencia inusitada esperando que algunos de los que ya se han instalado renuncien, para que puedan entrar ellos.
1ª jornada de la PRIMAVERA DE MICRORRELATOS INDIGNADOS 2013.
Impulsores de la iniciativa:
La Colina Naranja
Explorando Liliput
Relatos de andar por casa
Pliegos volantes
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Mei, muy poco tiene de ficción este microrrelato, pues por desgracia son muchas familias las que tienen que recurrir a echar la puerta abajo para poder disponer de un techo. La cantidad de pisos vacíos que hay y que la Administración no consienten en convertirlos en alquileres sociales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, okupas, mala gente y de aspecto igualmente malo.
ResponderEliminarA los que mandan, les gustan las cosas más bonitas, a ser posible de marca.
Mei has reflejado en palabras algo que está ocurriendo más a menudo de lo que nos dicen. Si les dejan en la calle es la única manera de estar bajo un techo.
ResponderEliminarBesitos
Eso está sucediendo a diario, Mei, tristemente así es.
ResponderEliminarMuchos besos
Fantasmas los que gobiernan que nos llevan a imágenes como las que tu relatas impensables por otra parte hace sólo unos años. Se lo cargaran todo y se irán a dormir tan tranquilos...
ResponderEliminarBesicos desde mi alambrada, amiga Mei
Pues este relato me parece muy positivo, de lo que me alegro mucho porque ¿sabes qué? hay casas para todos.. vacías, esperando gente que las llene de calor y vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Los pisos vacíos son propiedad de alguien. A ese alguien, hay que incentivarle para que se promuevan alquileres a bajo coste, o alquiles cero.
ResponderEliminarOtra cosa son los inmuebles propiedad de la administración, cosa bien diferente.
Así lo veo yo. Quiero decir que a nadie le gustaría que echaran la puerta abajo del piso de su abuela, hoy, por desgracia ...vacío.
Y entiendo la problemática ¡claro que la entiendo! pero todo pasa por una conciencia colectiva impulsada y gestionada por unas administraciones eficientes.
Besos desde mi alambrada y sigo leyendo....
Se te viene el alma a los pies. Duro como la realidad de ahora mismo.
ResponderEliminarBesos indignados.
Real y duro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Mei, vuelvo hasta aquí para hacerte un regalo. Es simbólico y seguro que lo conoces pero me apetecía hacértelo a tí. Saldrá el miércoles en una entrada que hoy dejaré programada. Espero que te guste. Y te leeré desde el móvil en un viajecillo relámpago que estos días me apartará de la red. Un besote para tí muy fuerte.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios y apreciaciones desde las alambradas.
ResponderEliminarLaura, me dejas en ascuas!
Mei, los protagonistas indignados pasan a la acción. Es la única salida que dejan. No he leído muchos indignados que vayan por este camino, normalmente van por describir la situación y achantar.
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