Esos malditos cinco minutos. Si no hubiera sido la lavadora que había que vaciar. Los tejanos que hay que sacudir para que no se apelmacen. La olla, que no se peguen los macarrones. Además el timbre. El cartero con un telegrama, que pesa mucho porque trae una mala noticia. Y en ese tiempo de urgencias, te me escapas, con el peluche colgando, a tu sitio preferido. Desde el balcón miras para abajo y ves a las personas, que son hormigas porque está tan alto. Te cuelas por los barrotes y pisas el vacío. Mi mano angustiada ya no te alcanza.
Enhorabuena, he estado escuchando en directo el programa. Un relato escalofriante en su contenido. ¡tan bien llevado!
ResponderEliminarRecibe mis saludos.
Anna
Tremendas, Mei. Esas frases cortas que te van apretando el pecho son tremendas. Enhorabuena. Me alegro muchísimo, porque además es muy merecido.
ResponderEliminarUn abrazo.
No te imaginas la angustia que acabo de sentir, el escalofrío y vértigo cruel de un pétalo perdido. Hoy lloro niño. Gracias.
ResponderEliminarMei, desgarrador microrrelato que te encoje. Sin duda justo vencedor.
ResponderEliminar¡Enhorabuena y a seguir así!
Besos.
'Encoger' va con G
EliminarSon frases ametralladoras para... un duro final
ResponderEliminarFelicidades
Dicen que las desgracias nunca vienen solas y tu desgarrador cuento lo confirma. Muchas felicidades y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSiempre descubrimos demasiado tarde lo que de verdad importa.
ResponderEliminarFelicidades Mei.
Un saludo.
Gratísima lectura, Mei, ¡gracias!
ResponderEliminarSaludos.
Felicidades Mei, me encanta el micro, no me extraña nada que lo hayan premiado.
ResponderEliminarAbrazo fuerte.
Mei, sugerente y trágico relato. Felicidades y saludos.
ResponderEliminarTremendo e impactante. Muchas felicidades!
ResponderEliminarEnhorabuena a la Mei Morán. Trágico ritmo en tus frases, nos conduces a ese vacío en el que ya lo importante se nos escapa... buaff
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Enhorabuena.
ResponderEliminarUna historia que estremece por el punto de vista y la frialdad con la que se dirige al ausente, casi como el que pierde el autobús.
Relato estremecedor. Te rompe el alma. Enhorabuena. Gloría Arcos
ResponderEliminarLlego más tarde de lo que me gustaría, Mei, pero llego y eso me alegra; porque este texto -desgarrador- merece el reconocimiento recibido y todas las felicitaciones que podamos dejarte.
ResponderEliminarAsí es que, aunque tarde, te dejo aquí mis aplausos.
Un abrazo,
Oooohhh...qué micro más duro.... desde ahora pensaré en si cinco minutos dedicada a otras cosas son tan importantes como creo. Valoraré mis minutos por la importancia de las acciones que los rodean y no los ocupan. ¡Muy triste!, pero muchas felicidades por el reconocimiento en Wonderland recibido ¡me alegro mucho Mei!. Besos.
ResponderEliminarEstupendo relato, con un ritmo perfecto y ese final terrible por lo abierto e inquietante. Felicidades.
ResponderEliminar¡Buenísimo! Enhorabuena. Me ha encantado.
ResponderEliminarTriple de abrazos.