El
pensador
El
pensador decidió abandonar su postura cogitativa, pues el paso a la
acción le resultaba ya ineludible. Bajó del pedestal desorientado,
algo timorato. Vio a su alrededor numerosos individuos aferrados a
móviles, portátiles: subidos a coches, programando navegadores,
resolviendo cualquier quehacer anodino con un mando a distancia.
Entendió que había dejado pasar demasiado tiempo, a la deriva de
sus cavilaciones. Los complejos pensamientos que había esbozado
durante los últimos años le parecieron, entonces, obsoletos, sin la
menor aplicación.
En
un arrebato de honradez intelectual, se acercó a una ventana y,
haciendo uso del derecho a la deserción, saltó al vacío.
Me has sorprendido con el desenlace de ese pensador desubicado, el relato me parece una alegoría perfecta. La modernidad que todo lo engulle, se lleva por delante demasiadas cosas buenas. Muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Fantástico.
ResponderEliminarEn cuanto nos descuidamos todo a nuestro alrededor cambia.
Es desesperante.
Un abrazo.
Rotundo. La tecnolgía va más deprisa que algunas mentes. Me ha gustado.
ResponderEliminarmicrosyotrashistorias.blogspot.com
Me da un poco de miedo pensar que el futuro que nos espera es uno en el que el pensamiento saltará por la ventana. Señal de que no hay remedio ni vuelta atrás. Sin solución tal vez sea lo que nos espere y nos merezcamos.
ResponderEliminarMientras, seguiremos pensando para encontrar soluciones acordes a los tiempos que corren para que no pase lo que cuentas. Siempre podemos dejar una ventana abierta...
Me lo tomo como un toque de atención. Bien dicho.
Un abrazo
Veo que han salido muchas interpretaciones y eso es bueno Mei. En mi caso razono que tenemos que pensar pero también vivir para que el mundo no se nos adelante. Una vez escribí una tacita con un tema totalmente diferente pero con esa raíz de estar pendiente a lo que sucede en el presente. Se llama Base de datos, la puedes ver en mi blog. Felicidades por la buena y diversa recepción, de un buen microcuento. Un abrazo.
ResponderEliminarPD: ¿Dónde está esa escultura tan hermosa que aparece en la imagen?
Me asusta el pronóstico que me deja tu relato, Mei.
ResponderEliminarAunque lo disimule en su apariencia, este es un micro duro, que deja una bofetada final que obliga al lector a reflexionar. Y esto es, cómo no decirlo, literatura.
Un abrazo,
El tiempo pasa deprisa y con él pasando cambia el mundo. Lo de pensar está bien, pero hay que intercalarlo con la acción. Pensar y pensar te lleva a pensar y pensar solamente. Y las manos están para algo más que sujetar el mentón.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Paloma, gracias por tu comentario.
ResponderEliminarIsis, efectivamente el mundo siempre está en movimiento.
Xesc, estoy contigo. Gracias por tu aportación.
Pedro, no pretendía asustar. Es literatura. Como máximo punto de reflexión. Gracias por pasarte.
M. Angel claro las manos han hecho este mundo, eso sí con ayuda del pensamiento.
Un abrazo a todos.
Yolanda, me alegra que te haya gustado. Y me alegra verte por aquí.
EliminarMelvin, los textos tienen siempre tantas lecturas. Gracias por tus visitas.