No le
queda otro remedio, aunque le disgusta recurrir a esos artilugios
para resolver
las cosas. De la caja de
magia saca los utensilios. Envuelta en la capa, empuña la
varita
astillada por el uso y disuelve
unos polvos en el vaso de pócima improvisada con colacao. La
ingiere con
solemnidad. Se dirige
a la habitación donde yace inconsciente la mujer. Le da unos
golpecitos con el palito
en el hombro
haciéndole un abracadabra. Cumplido su cometido, limpia la
sangre que sin parar sale de la
sien de
su madre. Después se sienta, a esperar que el hechizo surta
efecto.
Texto finalista de esta semana en Wonderland La ganadora del concurso esta semana
ha sido Sara Lew.
¡Ay la inocencia! Ojalá fuera tan fácil. Tremendo.
ResponderEliminarFelicidades Mei.
Un abrazo.
Enhorabuena Mei!
ResponderEliminarQué bonita la inocencia, qué pena cuando la perdemos, ¿no?
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
¡Enhorabuena, Mei!
ResponderEliminarEspero que el hechizo de esta maga surta efecto, a veces...se cumple.
Es muy original y por eso me gusta.
Abrazos.
Jo, enhorabuena.
ResponderEliminarPero... tengo una pregunta: ¿quíen ha provocado esa herida en la sien? Parece que la madre pero... no me fío, los niños y los microrrelatos hacen un pack en ocasiones explosivo
Uff, qué fuerte. Inocencia o asesina en prácticas. No queda claro. Por el tono infantil supongo que la madre se ha suicidado y la niña quiere curarla. Enhorabuena por estar ahí, tan cerca de Sara Lew, como en el libro DeAntología. Es que acabo de leer tus relatos (estoy en la segunda vuelta del libro) y de escuchar la narración de tu cuento por Mar.
ResponderEliminarMagia infantil al servicio de la imaginación y ¡con colacao!
ResponderEliminarTriste la escena aunque al principio parece un cuento que promete sonrisas. Pero lo del a sangre.. ay, ¡cuánta inocencia en esa varita mágica!
Me ha gustado mucho amiga. Y gracias por estar cerquita mío ¡te quiero! un besazo que llegue hasta tu casa y entre por la ventana y se cuele en tus escritos.
Una magia aderezada con una fantasía un tanto macabra si ya lo decía mi madre " no te fíes del que echa muchos polvos mágicos" jajjjaja
ResponderEliminarBuen relato, besos de gofio.
Sòlo dejé que me contaras un cuento y le he dado un final, la madre reina se levanta y abraza a su princesita.
ResponderEliminarMe gustó y me quedé pensando en cuanto se puede decir con tan poco.
Abrazo