La moda de la Selva Negra

7.6.12


Sakura

Cuando pudo por fin hacer las primeras salidas la primavera ya estaba muy avanzada. La vi escudriñando el campo a la búsqueda, en vano, de alguna florecilla. Macilenta y defraudada volvía a casa exhausta.
Un día saqué del bolsillo los billetes y se los puse encima de la almohada. Sus ojos tristes se espabilaron por unos segundos y agradecida me abrazó sin hablar.
El viaje fue oneroso, no hizo más que vomitar. En Tokio los cerezos ya no tenían flores y nos aconsejaron ir a Hokkaido, mil kilómetros más al norte. Al llegar ya no tenía fuerza para dar un paso, no comió nada durante tres días. Desde la ventana del hotel divisé una montaña cubierta de un manto rosado y se lo quisé enseñar. Me pareció que su último gesto fue una leve sonrisa. Aunque no sé si llegó a ver la colina florecida.


Con este texto participé en el concurso de esta noche te cuento del mes de mayo. Sin éxito pero con placer. La convocatoria es mensual y podéis enviarles vuestras propuestas.

10 comentarios:

  1. Es un cuento hermoso y melancólico. Siento que capturaste bien el paisaje de Japón y el sentimiento de lo inevitable.

    Tengo varias amigas japonesas y una de ellas me contó que su madre quería ponerle un nombre en honor a los cerezos, pero su abuelo le dijo que no lo hiciera porque las flores de los sakura duraban muy poco.

    Vi esa misma fugacidad al final de este relato y me devolvió esa memoria.

    ¡Abrazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hice un viaje a Japón en circunstancias especiales. Guardo recuerdos tiernos y duros.
      Un beso Melvin

      Eliminar
  2. Mei Morán, recuerdo haber leído este relato, supongo que en la página del concurso, y ya me encantó como ahora, donde he vuelto a disfrutar de esa ternura y esos paisajes nipones que presentas. No sé porque pero he recordado un pasaje de un libro de Vargas Llosa y me ha parecido sublime como sus letras.

    ¡Enhorabuena! Y a seguir escribiendo, si esta vez no hubo suerte, ya te sonreirá la próxima ocasión.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Nicolás.
      Gracias por tus alentadoras palabras. La verdad es que me gusta participar porque me parecer un concurso muy bonito. Nos leemos.
      Saludos miles

      Eliminar
  3. Precioso mini relato a unos paisajes y una tierna historia que bien merecieron una nominación. Me pasó como a Nicolás que lo leí en su momento, y me dejó un buen recuerdo. A mí me recordó a Seda, un libro que me parece majestuoso.

    Gracias Mei, por hacer posible unos minutos tan bonitos de lectura.

    ¡¡Lo intentaremos en junio!! y nos leeremos ...con mucho placer y gusto, como tú bien dices.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No conozco el libro del que me hablas. me informaré.
      Un abrazo Laura

      Eliminar
  4. Muy emotivo Mei, yo también participé y no tuve suerte, seguiremos intentándolo.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Creo que ya te lo comenté allí, Mei. Me parece de un dulzura extrema. Es como si le hubieras imprimido toda la delicadeza oriental. Aquí me ha vuelto a encandilar.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Totalmente de acuerdo, es muy delicado, igual que esa cultura. Además transmite mucha ternura.

    Besitos

    ResponderEliminar

Seguramente hay oro en tus palabras