31.7.11
29.7.11
Zamora, esa gran ciudad
Duero
Cuando llegas a Zamora estás ya viejito. Con ese tono verde sucio, turbio y el fondo denso. Cansado del camino recorrido y del que te queda por delante. Me entran ganas de acompañarte. Para que me cuentes con la ternura de tus remansos todas las historias. Los avatares de doña Urraca. Los escarceos de las Dueñas. Y las cavilaciones del Cid.
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